No veo jamás los debates electorales de televisión por mera higiene mental. De hecho, desde que comienza la campaña electoral –cualquier campaña electoral– cambio de canal en cuanto los veo aparecer en la pantalla del televisor. Por soportar, no soporto a ningún político en campaña, ni siquiera a los que considero “míos”; así es que es fácil imaginar las ganas de me dan de dar de bofetadas a los que considero “los otros”. Pero, independientemente de mi personal aversión por mítines, soflamas, diatribas, discursos, eslóganes y demás pamplinas cocinadas en los despachos de unos señores dedicados a diseñar estrategias para convencer a incautos, lo cierto es que los debates electorales, por mucho que se empeñen los sesudos politólogos y demás analistas de la actualidad política, no sirven para nada. Al menos a mí, no me sirven para nada, si no es para incrementar mi ya elevado nivel de cabreo.
¿Acaso un ciudadano normal, medianamente inteligente, que no tiene atrofiada su capacidad auditiva, visual, lectora e intelectual no tiene claro una semana antes de las elecciones lo que va a votar? ¿Acaso ese espécimen de ciudadano al que me refiero en mi pregunta anterior no sabe quiénes son los candidatos que se presentan, cuáles son los partidos a los que esos candidatos pertenecen y qué consecuencias podría tener su elección para el futuro del país? ¿Es preciso ver un debate minuciosamente aliñado y trufado de trucos para saber que VOX es un hatajo de fascistas; Ciudadanos, un grupo de oportunistas marrulleros y mentirosos sin más ideología que el dinero; y el PP, una panda de chorizos con cientos de casos pendientes en los tribunales por “pequeños delitos” como robo, obstrucción de la justicia, prevaricación, cohecho o malversación de caudales públicos? ¿Acaso va a actuar un debate a modo de lavado y centrifugado hasta convertir a estos señores anteriormente mencionados en ciudadanos probos, honrados y dignos de confianza? No digo que estos debates no deban celebrarse. ¿Por qué iba a estar en contra de ellos cuando la televisión pública sigue dándonos la retransmisión de la “santa” misa? Lo que personalmente me parece una pérdida de tiempo es tragárselos. Y desde luego, una de dos: o no sirven para cambiar la intención de voto de nadie; o, si lo consiguen, estaríamos hablando de la pobreza mental y la estulticia de una ciudadanía que se deja embaucar y seducir por los guiños, ardides y argucias de unos actores que participan en uno más de los espectáculos que tanto gustan al actual público televidente. Y, para mayor gloria del espectáculo, sin que falten los desplantes, improperios e insultos varios. Eso sí, de programa político, ¡cero! (no digo "cero pelotero" para que nadie piense que copio a Aznar). Cuando al día siguiente al debate oigo algún comentario en la radio o leo las opiniones de la gente en las redes, compruebo lo atinado de mi opinión acerca de esta herramienta electoral. Para empezar –y son pocos los casos que escapan a esta llamémosla manía o tendencia–, los comentaristas se empeñan en hablar de ganadores y perdedores. En otras palabras, han visto y oído el debate electoral como si se tratara de un concurso. No puedo evitar que vengan a mi mente los ecos de la noche de Eurovisión, con los distintos miembros del jurado dando puntos a los concursantes. Es más, las opiniones que los comentaristas dan acerca de las intervenciones de los candidatos suelen coincidir con su propia ideología. En otras palabras, son opiniones sesgadas, absolutamente subjetivas. Lo que demuestra que estas personas que juzgan los debates ya tenían tomada una opinión y una decisión de a quién van a votar. Para terminar, ¿habéis observado que la gente tiende a calificar el comportamiento de los políticos participantes en el debate diciendo que han tenido una buena o una mala “actuación”? Vamos, que los califican de actores. Y, en consecuencia, ven el debate como una comedia. ¿Y nos extrañamos de que un cómico haya ganado de forma arrolladora las elecciones presidenciales en Ucrania? Pues no deja de ser lógico. Si se trata de “actuar”, ¿quién mejor para lograrlo que un actor profesional? |
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April 2022
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