En 1993, se estrenó una película de la que, en este momento, solo me interesa el título, ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? Aunque sucede en todas las lenguas y en todas las culturas, los españoles somos, de largo, auténticos expertos en la “manipulación” semántica del idioma, en aras de conceptos tan poco válidos, lingüísticamente hablando, como la moralina, las buenas formas sociales, el (supuesto) buen gusto o, lo que resume un poco todo lo anterior, la hipocresía.
|
|