Acabo, muy a mi pesar, de ver y escuchar a Aznar en su última intervención rodeado y arropado por la cúpula de “su” partido (es el amo del PP). Afirma este “***” (*** = que cada uno ponga el adjetivo que mejor le cuadre) que España está “intervenida de hecho” y se discute cuándo lo estará “de derecho”. Consideraciones al respecto: Aznar no tiene empacho en seguir cobrando como ex presidente (y no se le cae la cara de vergüenza; o sea, una de dos: o no tiene cara o no tiene vergüenza). Ahora bien, si un ex presidente quiere seguir manteniendo la dignidad del cargo (que no la suya, que eso ya sabemos que es difícil), debe adoptar una correcta posición de alejamiento de las suciedades de la arena política. Aznar es incapaz de lo anterior: cobra del Estado (o sea, de los españoles) como ex presidente; pierde la independencia cobrando sueldos millonarios de empresas privadas; y encima se encharca en la porquería política. ![]() Una persona que ha ocupado, como Aznar, la más alta magistratura del Estado debería defender en todo momento (sin tener en cuenta para ello el sueldo) los intereses de su país, en vez de ir por todo el mundo (y no exagero: sus exabruptos no los limita a la sede de “su” partido; los airea por todos los lugares que visita, siempre que le prestan una audiencia dispuesta a escucharle). El patriotismo correctamente entendido no consiste en invadir la isla de Perejil para arrebatársela a media docena de soldados marroquíes desarrapados, sino en buscar lo mejor para su país. Claro que ya se sabe: para Aznar, por lo que respecta a España, cuanto peor, mejor, porque confunde Gobierno de España con Partido Socialista. La única esperanza es que la gente acabe despreciando tan profundamente las salidas de tono del jefe del PP, que nadie (con dos dedos de frente) le preste la menor atención. Entretanto, al escucharle, no he podido lanzar unas cuantas expresiones de las que, eliminando blasfemia y juramentos, reproduzco tan sólo las más publicables y las que, en cualquier caso, siempre podrían defenderse como opiniones encuadradas en el derecho a la libertad de expresión: Pero, ¿cómo es posible ser tan indecente? Pero, ¿cómo es posible que este tipo llegara a ser presidente de Gobierno? Pero, ¿cómo es posible ser tan indeseable? Pero, ¿cómo es posible que tengamos que seguir pagando a este tipo con nuestros impuestos? Pero, ¿cómo es posible ser tan indigno? Pero, ¿cómo es posible ser tan rastrero? Pero, ¿cómo es posible ser tan imbécil? Aclaro que la consideración de la imbecilidad de Aznar no es un insulto gratuito, sino la conclusión (opinión personal a la que me autoriza la Constitución y todas las leyes vigentes) a la que llego tras analizar objetivamente su trayectoria, frases, discursos y decisiones (actitud militante en contra de la Constitución posteriormente disimulada o negada [tardofranquismo]; desmantelamiento del patrimonio industrial español malvendido a amigos o amiguetes; uso de dinero público para lograr que un lobby estadounidense le consiguiera la Medalla de Oro del Congreso los Estados Unidos; conquista de Perejil; actuación de cowboy con Bush en el western; consiguiente adquisición de acento tejano; negociación con ETA posteriormente negada; participación en la guerra de Irak; vergonzosas mentiras del 11-M; rechazo de las teorías científicamente demostradas del calentamiento global; boda de su hija en El Escorial; famoso gesto “digital” de desprecio a los estudiantes que le abuchearon…
Sólo me asalta un pensamiento positivo de todo esto. Que la gente que conforma ese conglomerado diverso y cainita que se puede denominar izquierda-progresismo se dé cuenta del peligro al que nos encaminamos en las elecciones de 2012. Viendo a la cúpula pepera aplaudir con entusiasmo las barbaridades y abrazar a su amado Josemari, me entran escalofríos sólo de imaginarlos en el poder de nuevo. La izquierda tiene muy mala memoria y una gran facilidad para autoflagelarse. Ya sé que el gobierno que tenemos en este momento no es como para tirar cohetes, pese a sus grandes aciertos iniciales; pero ¿os imagináis un gobierno formado por: Rajoy, Cospedal, Sáenz de Santamaría, Arenas, González Pons, Ana Botella… No sigo, las arcadas me pueden; la cabeza me da vueltas; busco mi pasaporte para ver cuándo tengo que renovarlo… ¡es una pesadilla cada vez más recurrente! ¡¡¡Por favor!!! ¡¡¡No lo permitáis!!! |
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